jueves, 23 de junio de 2011

LA SONRISA QUE CAMBIÓ MI VIDA .

La mañana estaba muy soleada pero el frío era mucho más fuerte que el poder del astro rey. Su pobre y maltratado cuerpo posaba sobre una desolada y sucia acera de las calles de mi ciudad.
Me acerqué suavemente y me senté junto a él, esperé por unos minutos hasta que habra sus grandes ojos negros, cuando lo hizo yo le esperaba con una sonrisa que cubría mi rostro, su alegría y sorpresa a la vez fue algo que me llegó al corazón, creo que jamás nadie se había puesto tan feliz de verme, esto llenó mi alma por completo.
Empezó mi rutina junto a este ser maravilloso, sus manos eran completamente heladas, el calzado que usaba era un par de botas que superaba el número que el realmente necesitaba, lo que ocasionó unas leves caídas que traté de prevenirlas y que ocasionaba en él una actitud de agradecimiento.
Caminamos varios minutos, él reía todo el tiempo viéndole a la vida  como lo más hermoso que puede haber, no dejaba  de sonreír, hasta que nos dirigimos a la iglesia, este momento fue el que más marcó mi vida; caminamos hacia el fondo, su mirada y su rostro mostraba otra expresión la seriedad se apoderó de él , puso sus desgastadas rodillas en el piso alzó su tierna e inocente mirada hacia los retratos de Jesús y la virgen María, juntó sus manos y con gran  fe y devoción les pedía algo, algo que jamás logré saberlo pero pude comprender que era muy importante para él.
En aquel momento mis ojos se llenaron de lágrimas al ver este cuadro tan triste pero que me hizo dar cuenta lo feliz que él era sin tener nada y lo infelices que somos muchos teniéndolo todo.
Continuó el día le compré unas galletas para que las coma, lo que él hizo fue compartirlas conmigo, con sus manos extendidas me las daba una a una, me mostró que su pobreza no impedía la existencia de su generosidad, entendí que en el mundo hay gente con mucho dinero que puede ofrecerte una galleta pero está detrás algún tipo de interés, Totó ofrece sus galletas pidiendo a cambio tan solo amor.








Con una gran tristeza y alegría a la vez me despedí de él, tristeza por la impotencia que sentía al dejarlo ahí continuar su camino, y la alegría por haber aprendido a valorar cada detalle de mi vida, cada instante y cada sonrisa.

3 comentarios:

  1. HERMOSO MI JHEY.. GRAN COMUNICADORA FUTURA COLEGA.. HERMOSO.!!!

    ResponderEliminar
  2. BIEN AHI...Q VA APRENDIENDO, OJALA Y NO CAMBIE...ES BONITO EL INICIO Y POCO A POCO SE VUELVE MEJOR O ???? SOLO ESO SABEMOS CUANDO NOS METEMOS EN EL PERIODISMO YA!!! FELICIDADES VECI...

    ResponderEliminar
  3. Muchisimas gracias por sus comentarios :) espero sugerencias para mejorar, esto me hizo crecer mucho como persona

    ResponderEliminar